Con sus herramientas
sale caminando a su trabajo
unos con zapatos rotos,
pero muchos van descalzos.
Si que duele la tierra
cuando no existe calzado,
pero duelen más las piedras
que se encuentran con el paso.
Así es su viaje diario
seis kilómetros al norte
y de regreso el mismo trecho
cargando en su mano un soporte.
Una botella con agua,
una mandarina
un plato pa los frijoles
o un par de tortillas.
Una cuma y un machete
un trapito pal sudor
¡que cansado va aquel tipo!
Así es en El Salvador
la mochila del campesino.
Le da gracias al patrón
porque le ha regalado
una bolsa de fresquito
y un trozo de requesón.
Sentados sobre las piedras
muchas veces así comen
su alimento les da vida,
pero el dinero los ve crecer.
Ya se acabó el agua
la mandarina para las tres
ya no hay frijoles,
ni tortilla, ni requesón.
Laserando la cuma sus manos
empapado aquel trapo de sudor
Ya no tiene nada en el bolsón,
pero así es en El Salvador
la mochila del campesino.
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